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Mujer de Mediana Edad

Ley de Talión



La Ley de Talión fue una forma primitiva de castigo a los delitos de aquella época en que la gente andaba a garrotazo limpio, y la solución mas rápida era la "venganza en sangre" de los delitos,



 ello quería decir que la persona perjudicada en el delito tenia el derecho de cometer ese mismo delito con el delincuente o con su familia. 
Por ejemplo:
Si un hombre violaba a una mujer, el castigo que se le imponía al violador era que su hermana fuera violada también, así que con esa ley pagaban personas inocentes por el crimen de otras.
También esta ley discrimina a la mujer tremendamente, porque valora más los ojos de un hombre que los de una mujer (mas exactamente el valor de un ojo masculino son dos ojos femeninos)
Como la sentencia que se dictó en el caso de ESTHER ARMORA | BARCELONA
Ella se va a vengar de su agresor haciéndole a su vez otra agresión, así quedaran los dos igualados en maldad, ya son dos las víctimas y dos los verdugos !!



Una ley justa es primordial para castigar a los delincuentes y no es precisamente con castigos de sangre porque la violencia es un mal bicho que se reproduce en mas violencia, y la justicia no se puede poner a la altura de los criminales siendo ella misma criminal
no se le puede cortar las manos a un ladrón y pensar que se esta haciendo justicia!!
Si la justicia es justa no puede discriminar entre hombres y mujeres ni razas, tampoco puede agravar las penas por dinero.
Y no pensemos que el "ojo por ojo " es una cosa atrasada y propia de países subdesarrollados, sino que también se practica en el primer mundo y un ejemplo es la  Pena de Muerte que se practica en Estados Unidos igual que si fuera el país mas primitivo del planeta.
Si nos intentamos poner en la piel de una víctima de un crimen nos sale a todos la ira contra el criminal, y queremos que sienta el dolor que ha causado en su propia carne y esa reacción es humana y normal.



Pero la ley no puede dejarse llevar por la ira sino castigar al criminal sin saña e impedir que el agresor vuelva a cometer otro crimen.

           
Jueves, 05-03-09
La vida de Ameneh Bahrami se fundió en negro a finales del verano de 2004 cuando un pretendiente al que apenas conocía, compañero de clase en la universidad, le arrojó ácido en la cara tras ser rechazado por ella. Tras un vía crucis de operaciones en Barcelona para recuperar el rostro y la visión, esta joven iraní de 30 años tiene ahora la oportunidad de pagar a su agresor con la misma moneda. Majid, el joven que la desfiguró, fue condenado a finales de 2008 a ser víctima del mismo «crimen». Ella ha decidido aplicar la ley del talión. Ojo por ojo, literalmente. Así lo explica en un encuentro con ABC.
-Cuatro años después de que Majid atentara contra su vida le llega la oportunidad de vengarse, ¿va eso a mitigar su dolor?
-Sí. La persona que me ha hecho esto merece pasar por el mismo sufrimiento. Sólo así entenderá mi dolor.
-Su agresor le ha suplicado que le mate antes de dejarle ciego, ¿no es cierto?
-Sí. Y también es cierto que ni él ni su familia me han pedido aún perdón.
-¿Qué sintió cuando el juez le comunicó la sentencia?
-Pues alivio. Mi intención es aplicarla no sólo por venganza sino para que ninguna chica vuelva a pasar por esto. Es una acción ejemplarizante. Él no tuvo ninguna compasión cuando me esperó horas frente a mi trabajo y me arrojó el ácido.
-Según la legislación iraní, usted sólo puede dejarle ciego de un ojo, ¿no es así?
-Sí, así es. Allí, las leyes establecen que dos ojos de una mujer equivalen a uno de un hombre. En un principio, me comentaron que debía aportar 20.000 euros si quería que pagara con los dos ojos. No obstante, él y su familia debían también indemnizarme con la misma cantidad. El gobierno me ha dicho que estamos en paz. Hemos saldado cuentas y ahora puedo cobrarme sus dos ojos.
-¿Cómo lo hará y cuándo?
-Como usted sabe estoy ciega y no puedo hacerlo yo, pero mi madre me ha dicho que hay muchos voluntarios en Irán dispuestos a ayudarme. Respecto a cuándo, ahora es Navidad en mi país, cuando acabe la celebración solicitaré el proceso.
-¿Se cree menos cruel que su verdugo?
-Sí. Él será anestesiado y no sufrirá dolor. No se le desfigurará el rostro, porque bastan unas gotas, ni tendrá las lesiones internas que yo he tenido. Debe pagar. Ojo por ojo, es la ley del Talión, literalmente.
-¿Cómo ha vivido todos estos años?
-Ha sido muy duro, aunque he recibido mucha ayuda, sobre todo aquí en Barcelona, donde vivo desde 2005.
-¿Por qué vino a España?
-El Gobierno de mi país me habló del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona y del doctor Ramón Medel. Me dijeron que si alguien podía ayudarme eran ellos. Acudí sin titubear. Desde entonces, mi vida cambió, incluso llegué a ver algo con uno de mis ojos.
-¿Qué pasó?
-En abril de 2005 me puse en manos del doctor Medel. Él y su equipo me reconstruyeron el párpado y la zona ocular y me devolvieron hasta un 40% de visión en mi ojo derecho. Sin embargo, en 2007 sufrí una infección por hongos y he vuelto a quedarme ciega.
-¿Qué piensa hacer ahora?
-Esperar a que la ciencia avance. Ahora el Gobierno español me paga 400 euros para el alquiler de una habitación. La comida me la dan desinteresadamente las personas que conozco. Lo que tengo claro es que quiero seguir en Barcelona.

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